Queridos Feligreses,
Al terminar un año y comenzar uno nuevo, es costumbre mirar en perspectiva al día en que partiremos de esta vida para renacer en la compañía de los santos y los ángeles en el cielo. Si le pedimos en nuestra oración, Nuestra Señora vendrá a fortalecernos a la hora de nuestra muerte. Asimismo, los primeros días de este año 2021 nos brindan la oportunidad de consagrarnos en renovación al Sagrado Corazón de Jesús, para que podamos iniciar el Año Nuevo con su bendición. Todas las oraciones provienen de la tradición de nuestra fe, y están editadas para hacerse en primera persona, para que sean una forma personal de expresar nuestros deseos.
Bendita Virgen María, Mi Señora, vigila la hora en que al partir mi alma pierda su apego a todas las cosas de este mundo y se presente descubierta en la presencia de su Creador. Muéstrate como mi Madre y ofrece al Padre Eterno la Preciosa Sangre de tu Hijo Jesús por mi pobre alma para que, ya purificada, sea agradable a Su vista. Ruega por mí, tu hijo/hija, en el momento de mi partida de este mundo y di al Padre Celestial: “¡Recíbelo este día en Tu Reino!” “¡Recíbela este día en Tu Reino!”
Acto de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
Sacratísimo Corazón de Jesús, yo te adoro, y te ofrezco todo lo que soy y todo lo que poseo. Consagro a Ti mi alma con todas sus facultades, mi cuerpo con todos sus sentidos, mi corazón con todo su afecto; deseando en todas las cosas amarte y glorificarte en acción de gracias por los beneficios innumerables que he recibido de Ti, especialmente en la Sagrada Eucaristía, como expiación por mis pecados y reparación de todas las ofensas que he cometido contra Ti, en especial en el Sacramento de Tu Amor, y finalmente, como humilde súplica que a partir de este día en adelante, sea yo fiel a Ti, y te complazca en mis pensamientos, palabras y obras, que yo sufra en paciencia y perfecta resignación Tu Santa Voluntad, y sea como Tú en mansedumbre y humildad; que persevere en Tu Gracia hasta el fin de mi vida y te alabe y te bendiga con los santos y los ángeles en la eternidad.
Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón como el Tuyo.
Su Párroco,
Padre David