Dear Parishioners & Friends of Saint Philip the Apostle:

It has been in the news that an employee of the Cathedral of the Incarnation, my former parish, made numerous unauthorized financial transactions for personal use over a period of six years. The amount taken for personal use was $117,000. This was discovered in the Audit & Review of Internal Controls being conducted in all the parishes of the Diocese. 

The use of parish funds by an employee happened under my watch as Pastor of the Cathedral. Care of the temporal and fiscal goods of a parish is one of the major responsibilities of a pastor. Although I am consoled that Diocesan officials and Fr. Eric Fowlkes, the pastor of the Cathedral, have made clear that I am not in any way suspected of being involved, I am terribly shocked and embarrassed that this happened during my tenure as pastor. 

The good news for Saint Philip is that same Audit & Review of Internal Controls which discovered the improprieties at the Cathedral, was conducted and completed at Saint Philip over the summer. We received the final report in August. The Diocese found that not only were the parish financial controls at Saint Philip well designed, but it was also suggested that Saint Philip serve as an example to other parishes of how financial controls should be designed and implemented. The accolades we received for the quality of our financial stewardship is due in great part to the devoted work that our Finance Team does in the office every day. All who are involved in our parish finances see their responsibility for the financial affairs of our parish as a sacred duty.

The St. Philip Finance Council is outstanding, and the oversight by the Council of our parish financial processes and practices are watched closer than an eagle eying its prey. You should have the comfort of knowing that stewardship of the gifts you give to the parish is superb, and I’d say second to no other parish in the Diocese.

Finally, as you should be able to imagine, the staff at the Cathedral is stunned and broken-hearted by the behavior of one of their colleagues. Please pray for God’s grace for their healing. And, also, pray for the former employee and the employee’s family. Although disbelief and then anger are the first reactions, Christian charity, prayer, and forgiveness must be extended as the legal and personal consequences unfold.

Fr. Ed

Queridos feligreses y amigos de St. Philip el Apóstol:

Se ha escuchado en la noticia que un empleado de la Catedral de la Encarnación, mi antigua parroquia, realizó numerosas transacciones financieras no autorizadas para uso personal durante un período de seis años. La cantidad tomada para uso personal fue de $117,000. Esto fue descubierto en la Auditoría y Revisión de Controles Internos que se lleva a cabo en todas las parroquias de la Diócesis. 

El uso de los fondos parroquiales por parte de un empleado ocurrió bajo mi vigilancia como Pastor de la Catedral. El cuidado de los bienes temporales y fiscales de una parroquia es una de las principales responsabilidades de un pastor. Aunque me consuela que los funcionarios Diocesanos y el Padre Eric Fowlkes, el párroco de la Catedral, hayan dejado claro que no soy de ninguna manera sospechoso de estar involucrado, estoy terriblemente conmocionado y avergonzado de que esto haya sucedido durante mi mandato como pastor. 

La buena noticia para St. Philip es que la misma Auditoría y Revisión de Controles Internos que descubrió las irregularidades en la Catedral, se llevó a cabo y completó en St. Philip durante el verano. Recibimos el informe final en agosto. La Diócesis encontró que no sólo los controles financieros parroquiales de St. Philip estaban bien diseñados, sino que también se sugirió que St. Philip sirviera de ejemplo a otras parroquias de cómo deben diseñarse e implementarse los controles financieros. Los elogios que recibimos por la calidad de nuestra administración financiera se deben en gran parte al devoto trabajo que nuestro equipo de finanzas hace en la oficina todos los días. Todos los que están involucrados en nuestras finanzas parroquiales ven su responsabilidad por los asuntos financieros de la parroquia como un deber sagrado.

El Consejo de Finanzas de St. Philip está pendiente, y la supervisión por parte del Consejo de nuestros procesos y prácticas financieras parroquiales se observa más de cerca que un águila que vigila su presa. Deberías tener la comodidad de saber que la mayordomía de los dones que das a la parroquia es excelente, y yo diría que no hay parroquia que se nos compare.

Por último, como deberías poder imaginar, el personal de la Catedral está aturdido y con el corazón roto por el comportamiento de uno de sus colegas. Por favor oren por la gracia de Dios para su sanación. Y, también, orar por el exempleado y la familia del empleado. Aunque la incredulidad y luego la ira son las primeras reacciones, la caridad Cristiana, la oración y el perdón deben extenderse a medida que se desarrollan las consecuencias jurídicas y personales.

P. Ed