¿Alguna vez has tenido "uno de esos días"?
En la Primera Lectura, Job estaba teniendo claramente "uno de esos días". ¡Puedo relacionarme! En términos ignacianos, estaba en un período de desolación. Tú sabes el sentimiento --abajo en tu suerte, desalentado, aparentemente en ningún lugar para dar vuelta, imaginando un futuro oscuro. ¿Qué hacer?
El primer paso para mí, cuando estoy experimentando desolación, es reconocer esos sentimientos. No intento ignorar ni minimizar mis emociones. En cambio, admito que estoy sintiéndome triste, y comparto mi angustia con Jesús. A veces mi compartir con Él es verbal, a veces es por escrito--siempre es por medio de la oración.
Durante períodos de desolación el enemigo nos miente que hemos sido abandonado y no hay esperanza. Es crucial que yo no crea esa mentira. Jesús me ama (y a usted) tanto que sufrió y murió por nosotros. Él no nos abandonó durante el camino a su crucifixión y no nos ha abandonado ahora. Su resurrección de la muerte afirma que la esperanza abunda. -- Linda
sometimes it is written--always it is prayer.
Primera Lectura: Job 7, 1-4. 6-7
En aquel día, Job tomó la palabra y dijo:
“La vida del hombre en la tierra es visa de soldado
y sus días, como días de un jornalero.
Como el esclavo suspira en vano por la sombra
y el jornalero se queda aguardando su salario,
así me han tocado en suerte meses de infortunio
y se me han asignado noches de dolor.
Al acostarme, pienso: ‘¿Cuándo será de día?’
La noche se alarga y me canso de dar vueltas
hasta que amanece.
Mis días corren más aprisa que una lanzadera
y se consumen sin esperanza.
Recuerda, Señor, que mi vida es un soplo.
Mis ojos no volverán a ver la dicha’’.