Queridos Feligreses,
Nuestra Parroquia está bendecida con la Capilla de Adoración Eucarística, que está diseñada para ofrecer adoración privada al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, de 7:00 a.m. a 10:00 p.m. todos los días. Muchos feligreses visitan regularmente la capilla. Es apropiado para todos ya sea que vengan a una visita breve o por más tiempo a la capilla, y “estar” en la Presencia Eucarística del Señor, quien está expuesto en la Custodia.
El objetivo principal de la Adoración Eucarística, es el de prolongar el acto de recibir la Sagrada Comunión. Si pensamos en los momentos de recibir la Eucaristía en la misa como eslabones, entonces la Adoración es la que une estos eslabones para formar una cadena de Gracia y bendiciones.
Muchos se preguntarán: “¿Qué hago durante la Adoración Eucarística?” Esta pregunta es muy importante porque lo que “hacemos” es “estar” en la Presencia Eucarística del Señor. Podemos traer nuestra biblia, nuestro rosario o un libro de oraciones, un libro espiritual o un cuaderno para escribir. Estas cosas nos ayudan a entrar en el espíritu de “estar” en la Presencia Eucarística del Señor. Es esencial recordar siempre que estos preciosos momentos que pasamos en Adoración, forman una conexión entre la última vez que recibimos y la próxima vez que recibiremos la Sagrada Comunión en la misa.
Nuestras vidas pueden estar saturadas de obligaciones de la familia, el trabajo, etc., y es el tiempo que pasamos en la Capilla de Adoración Eucarística que nos da un significado espiritual a todos estos elementos en nuestras vidas.
Yo les recomiendo el siguiente método de Adoración Eucarística:
Primero, piensa en la última vez que recibiste la Sagrada Comunión en la misa. Trata de recordar el evangelio, el lugar donde te sentaste en la iglesia, el verso de un canto, o alguna frase de las oraciones o las palabras del sacerdote en la homilía que hayan tocado tu corazón. Luego da gracias a Dios por su Gracia. Después piensa en el momento que vas a volver a recibir la Sagrada Comunión, cuántos días faltan, imagina dónde vas a sentarte en la iglesia, y da gracias a Dios anticipadamente por el evangelio, las palabras, y la música que tocarán tu corazón. Entonces haz tus peticiones en palabras simples. Nuestro Señor te está escuchando. Pide a Nuestra Señora que te ayude a encontrar la forma de entrar en la presencia del Señor con la sencillez de un niño. Luego permanece ahí, y deja que tus pensamientos vayan hacia tu familia, tu hogar, tu trabajo, etc. Finalmente, haz tu ofrenda al Señor como símbolo de tu amor por Él. Quizás podrías rezar por alguien que no reza, o por las almas de los difuntos que han sido olvidados. Podrías tal vez hacer un propósito de ayudar a alguien de manera simple y práctica en alguna necesidad y darle seguimiento.
De esta forma, la Eucaristía será como una cadena de oro llena de Gracia y bendiciones.
Su Párroco,
Padre David