Buenas noticias: La prueba para el COVID que me hicieron ayer fue negativa.
Gracias a Dios nunca tuve síntomas severos pero aún así estuve agotado y sin energía. Muchos de ustedes estuvieron orando por mi y fueron muy generosos con sus buenos deseos, con la buena comida, las flores y las plantas que me enviaron. Agradezco profundamente todo lo que hicieron por mí durante estos últimos 10 días. Que Dios los siga bendiciendo por el amor y generosidad que me mostraron durante este tiempo de dificultad. Yo sigo orando por ustedes y por sus seres queridos.
Poco a poco me incorporaré al ritmo de las cosas. La fatiga es muy común después de las infecciones virales, tales como el COVID, y normalmente disminuye después de 2 o 3 semanas. A pesar de descansar y dormir bien mis actividades cotidianas son limitadas. Me siento aturdido, me es difícil recordar y concentrarme. Por esta razón, limitaré mis actividades durante las próximas semanas.
Horario de Misas de la semana:
Sábado: Confesiones a las 3:30 pm y Misa a las 5:00 pm
Domingo: Solo una Misa a las 12 pm en Español. En la Misa de las 9:30 de la mañana el Diácono John presidirá y predicará “Comunión en Ausencia de un Sacerdote”, una recomendación del Obispo Zurek.
Lunes y Martes: No hay Misa
Miércoles: a las 6:30 pm Misa y ensayo de la Confirmación
Jueves: Misa privada para los niños del 5º grado.
Viernes: a las 11:30 am Misa por las personas vulnerables y de la tercera y edad.
Algunas otras notas:
Lección aprendida por haber contraído el COVID: sean cuidadosos, usen su cubreboca y mantengan distanciamiento social incluso entre amigos. Este es un virus muy contagioso y peligroso. Manténganse seguros en la Iglesia, en su casa y más allá.
Mi experiencia con el COVID-19 refuerza mi necesidad de seguir limitando las reuniones en la parroquia. Nuestro enfoque principal es participar en la Eucaristía de una manera segura. La Hora Santa y las juntas de Formación en la Fe, con estrictos protocolos del COVID, son los segundos en importancia. Todas las demás juntas seguirán realizándose virtualmente, incluyendo las juntas uno a uno conmigo cuando sea apropiado.
El número de infecciones en Amarillo sigue aumentando. Con la llegada de la temporada de frío, las alergias estacionales, la influenza y los resfriados empeorarán la pandemia del COVID-19. Desafortunadamente, el clima frío nos obligará a estar juntos adentro por periodos de tiempo más largos. No bajen la guardia. Sigan manteniendo el distanciamiento social, usen su cubreboca y lávense las manos.
La mayoría de nosotros estamos cansados del distanciamiento y queremos regresar a nuestra manera normal de socializar. En su necesidad, acérquense a Dios en oración pidiendo unos por otros. Este es un buen momento para recordar cuán presente está Dios cuando lo necesitamos. Dejemos que sea Él quien nos una. Lo se y lo entiendo, ahora más que nunca, después de haber estado solo en casa por casi dos semanas. Quizás nuestra necesidad de unirnos nos motive a comunicarnos con un texto o una llamada telefónica.
No perdamos la esperanza, ni cedamos al aislamiento. Sean creativos y encuentren maneras de comunicarse con sus familiares y amigos. No se olviden de comunicarse con su familia parroquial, especialmente con los que viven solos. Ellos, ahora más que nunca, nos necesitan.